Aves del Apeiron

Luego de continuas visitas al apiario de la ciudad, he llegado a la conclusión de que parece bastante fácil robarse un animal del zoológico, en particular un ave, cuya leyenda dice que el comer su carne alarga considerablemente la vida. Para tener acceso a los ejemplares, me hice amigo de la encargada, una joven bióloga de veinticinco años, llamada Claudia. De inmediato noté que le atraía y aproveché para invitarle un café. Era una chica bastante alegre y aficionada a las ciencias sociales, con la cual tenía largas pláticas sobre temas variados, ciencias, física, estética y filosofía. Me cuidé muy bien de mencionar mi interés por las aves del lugar; ella alguna vez mencionó una especie traída del oriente por razones diplomáticas. Ciertamente, la mayoría de los visitantes del lugar son extranjeros. Es probable que sean conscientes del uso alimenticio de esta pequeña ave blanca y sus grandes ventajas. Lo único que necesitaba era conseguir un par de estos para reproducirlos en mi casa, pe...