El sueño de Dédalo

Poemas ganadores del 3er lugar en el VIII Concurso Nacional de Poesía “María Luisa Moreno”



Soy un remolino de polvo dorado


mi piel huele a la calle seca

en el camino dejé la furia de mi mirada

me ahoga la humareda de los autos.

Estoy sola

con la sangre hecha espuma.


*

¿Dónde están las fuentes cristalinas?

aquí sólo aguas putrefactas

gente hambrienta, con sed

entre ratas y basura

hay pies cansados que persiguen

tinta y papel.

Las fuentes están encerradas

en los palacios que sueñan los pobres.


*

No quiero que mis huesos

se sequen como las hojas

de los árboles en otoño

no quiero ser agraz polvo

en este amarilla tarde

quiero abrazar a mi ángel

besarle los párpados

no quiero que el fuego me coma

tiemblo ante lo incierto del infinito.


*

La sal, alimento de ángeles.


Nos separan potentes mares

allá no te llegará ni el eco de mis lágrimas

te cubrirá la nieve mientras tu sangre vaporosa

se agita en la batalla.

Ven a morir conmigo, sediento tigre

vamos hacia el mar negro

a llenar nuestras copas de sal y agua.


 *

Soledad es el pan seco sobre la mesa

botellas de vino vacías

guitarras con las cuerdas rotas

en una habitación donde los cuerpos

soñaron.


*

Sol, mientras te apagas

llueve luz violeta

las mariposas se preparan

para devorar sangre y carne

y dejar sólo fragmentos de luz. 


*

El miocardio

vacía su dulce agua

la boca derrama el deseo

un grito para las flores

de Venus

por los que nos desenamoramos.


*  

Las hadas tienen tanta sed

que se derriten en los desiertos

donde la sal es el único alimento

una transparente columna luminosa

atraviesa el cielo de marzo

para tragar a las hadas que agonizan.


*

La soledad es algo más que un sueño

es un resabio a muerte

mientras esperamos de un lado del mar

y queremos ir al otro lado

sin embargo terminamos ahogados.



*

He visto florecer al violeta Sol de los sueños

durante las mañanas de mis años precoces

hubo enredaderas de luz que me querían llevar al cielo

pero mi cuerpo se quedaba a medio vuelo

por eso siempre amanecía mojada en lágrimas.


*

Los girasoles sueñan

hacen constantes plegarias a la noche

cuando los ángeles vienen a segar los campos

imagina la agonía de los girasoles.


*

Húmedo, mi cuerpo bajo el Sol

se evapora

las estrellas respiran el polvo que somos

la lluvia borra las lágrimas

destruye los sueños luminosos

y deja sólo ondas ultravioleta


bajo el arcoíris que cubre nuestras penas. 

 

*

Me sentí ahogar

en ese momento pensé

en el día que las aguas

escupan a los muertos

mi mente, un remolino

peces saltarines

cantaron mi agonía.



*

Se secarán las umbrosas fuentes

de mi espíritu

si dejo de soñarte

no quedará vestigio del agua

que me arroja a la vida

no dejaré de evocarte

porque se me acabará la angustia y la sed

perderé el rumbo de la mirada

el amor por el camino

por eso de recuerdo todos los días

cada día te añoro igual.


*

Incluso aunque cierre los ojos

la luz dentro de mi cráneo

me recuerda los cuerpos muertos

de los ángeles

la luz está contaminada

tras el velo el Sol hace la guerra

está por abrirse el telón de la batalla.


*

Últimamente los cuerpos celestiales

aterrados, gritan porque vieron

a los que se llevaron el brillo de las flores

los campos fueron segados

y nosotros ahora somos

el banquete de los ángeles exiliados.


*

Mi voz está plagada de

cantos de los pájaros

habla la tristeza de las horas

en el desierto

donde las flores mueren en silencio


*

Quiero saber los secretos

De los muros que separan a los cuerpos,

los ecos de las aves

que guardan en sus grieta las paredes.

Quiero ver las a las almas que atraviesan

los techos de las casas:

el hogar de Ícaro.



*

Hemos de caer miles de veces

Antes de morir

Pero igual elevamos los ojos al cielo

Cada día.

C a e n

Gotas de lluvia

Que lavan nuestra cabeza

Son parte de los sábado de gloria

y el sol permite a la resurrección de los poetas.


 

Somos estrellas

llenamos de perfume el universo

cuando Explotamos

las partículas de nuestra piel

llegan a Venus

son el polvo que beben sus flores.




Diana Galindo Barajas  (Estado de México, 1994)



Es licenciada en Filosofía por la Universidad Autónoma de Querétaro. En 2011 obtuvo el primer lugar, en poesía, en el XXVI Certamen Universitario de Poesía, Cuento y Ensayo entregado por la Escuela de Bachilleres “Dr. Salvador Allende” de la UAQ; en 2016, el tercer lugar en el VIII Concurso Nacional de Poesía “María Luisa Moreno”. Su poesía está incluida en la antología Poesía en sí (ENSQ, 2015). Ha publicado los libros Despliegue de pájaros (Ediciones El Humo, 2012), Spiritual Kingdom (Ediciones El Humo, 2014), El mundo desde afuera (Ediciones El Humo, 2019) y Las pasiones de la luz (Infame Turba Editorial, 2022). 

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