Repensar lo humano o el hombre frente al León



Aquello que proporcionó alivio al estrés en un ser humano será recordado íntimamente por éste, sostuvo el profesor José Luis Villacañas, de la Universidad Complutense de Madrid. Esto es así, porque el hombre, que abandonó el jardín, la foresta, se internó en la sabana, donde como forma de defensa desarrolló la visión, mucho más que otros sentidos, para controlar lo que pasa a su alrededor. Al estar erguido le permite ver a los posibles depredadores desde la distancia, lo cual le dará tiempo de correr, pero sobre todo de defender a sus crías.


El hombre ha tenido que resignificar los elementos a su alrededor, de manera tal, que la rama que un orangután le servía para golpear un fruto y alcanzarlo, ahora al hombre le sirve para defenderse.


El estar erguido le hizo posible tener más visión, pero también lo hizo más visible, esto es, más vulnerable. Conocerse a sí mismo es saber qué tanto grado de invisibilidad puedo lograr. Esto tiene que ver con el mito que sale en Platón, sobre el anillo que hace invisible a su portador, no que no pueda ver, sino que no será visto. Alivia así el estrés de ser visto, y qué es el estrés, sino el encontrarse frente a frente con el depredador, el hombre que se encuentra frente al león. Por eso, el hombre es el animal que sabe resignificar los instrumentos que usa y que lo hace constantemente. 


Por otro lado, la visión tiene sus vacíos, esto es la espalda, nos abrazamos, nos damos palmadas en la espalda. Debido a que no alcanza a cubrir todo el espectro visible, el hombre va a delegar a otros que vayan a ver por él. El delegado, el trabajador, cumplirá esta función, pero al estar más cerca de la escena, su tiempo de reacción se acorta. Surge una dicotomía entre poder y saber, donde el poder nunca será más que el saber, afirmó el profesor Villacañas.




Reflexión


En esta ocasión la presentación del profesor ofrece un análisis de conceptos que permiten pensar en la vida cotidiana y en sus posibilidades. El hombre como ser que resignifica sus instrumentos es abrir el abanico de elementos que tenemos a nuestro alrededor para buscar formas de utilización o resignificación, como lo hace el arte, por ejemplo.


Es pensar que las herramientas que tenemos no sólo están ahí, sino que tienen la posibilidad de convertirse en algo nuevo, en algo útil para el cuidado de sí mismo, si se quiere ver desde un punto de vista Heideggeriano.


En el fondo, lo que también hay es este conatus que mencionaba Spinoza: el hombre busca mantener su existencia. Y es también recordar las luchas que han tenido nuestros antepasados y que sin embargo, nos permitieron estar hoy día aquí, creo que también es una forma necesaria de agradecimiento, por ejemplo con este no dejar de mirar la historia, recordando a Benjamin, con su ángel que mira hacia el pasado.


Me sorprendió mucho su utilización del método fenomenológico para hacer este análisis de los conceptos de Michael de Tomasello, ya que con conceptos científicos nos trajo a una reflexión filosófica con aseveraciones interesantes, como aquella del conocimiento de sí mismo a partir de la invisibilidad que pueda realizar de sí mismo.







Diana Galindo Barajas



Licenciada en Filosofía por la Universidad Autónoma de Querétaro. Ha publicado los libros Despliegue de pájaros (Ediciones El Humo, 2012), Spiritual Kingdom (Ediciones El Humo, 2014), El mundo desde afuera (Ediciones El Humo, 2019) y Las pasiones de la luz (Infame Turba Editorial, 2022).

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